Tal y como su propio nombre indica, los girasoles suelen girar de acuerdo a la inclinación del sol ya que se trata de su método de existencia y supervivencia.
Esto, por supuesto, no siempre puede darse por razones climatológicas. Por tal motivo, hay meses del año y algunos días nublados o lluviosos en los que los girasoles no tienen disponible su fuente de luz natural.
Pero, a diferencia de lo que ocurren con otras plantas, los girasoles no se marchitan o mira hacia abajo, sino que se miran unos a otros para compartir entre ellos sus energías.
Impresionante, ¿verdad? Si esto lo aplicáramos en nuestro día a día, la conclusión es que en momentos de debilidad, deberíamos buscar en nosotros mismos nuestra luz interior y aplicar una actitud más positiva ante los momentos de adversidad, apoyándonos siempre en esas personas imprescindibles de nuestras vidas.
Otras curiosidades sobre los girasoles:
- Proceden del continente americano. De hecho, los primeros nativos se comían las semillas de girasol con alubias, maíz y calabaza. Llegaron a Europa a principios del siglo XVI tras el descubrimiento del Nuevo Mundo.
- El aceite de la semilla de girasol es muy rico en vitamina E. De hecho, el 50% de la semilla de girasol es aceite.
- Se puede obtener celulosa de los tallos viejos del girasol.
- Fue domesticada en México por primera vez, según han podido determinar los expertos. Se calcula que en torno al 2.600 a.C. ya se cultivaba de forma doméstica.
- La for del girasol representa a la deidad del sol en algunas culturas amerindias.
El propio Luis Fonsi ha creado una nueva canción dedicada precisamente a esta bonita lección vital: