Si estás leyendo este artículo, seguramente ya hayas tenido ese obligatorio debate interno sobre si prefieres alquilar una vivienda o tienes claro que tu opción preferida es comprarla e hipotecarte durante unas cuantas décadas.
Hoy en día, no es una tarea imposible sumergirse en el complicado mercado inmobilario siempre y cuando dispongas de ahorros suficientes para afrontar la que posiblemente será la inversión más importante de tu vida (si es que no eres autónomo o estás pensando montar tu propia empresa). Recuerda que, además del propio precio de la vivienda, tendrás que pagar gastos notariales, gestiones varias y los gastos derivados de la contratación de la hipoteca bancaria (si no dispones del dinero para comprar la vivienda).
Durante el procesión de decisión para adquirir un inmueble, debes tener en cuenta una larga lista de factores para llegar a la opción más idónea a tus gustos y necesidades.
A continuación te detallamos el proceso que deberías llevar a cabo hasta la compra final del piso que tanto esperabas:
- Estudia bien la zona: Debes tener en cuenta todos los factores del barrio al que pertenece la vivienda para cerciorarte de que es una buena opción (comunicaciones, comercios cercanos, aparcamientos, tipos de vecinos, seguridad…).
- Haz una visita en profundidad de la vivienda: Aunque por Internet todo se ve muy bonito, es esencial hacer una visita en profundidad de varias viviendas hasta que tengas claro qué es lo que realmente necesitas. No dudes en visitar incluso aquellos pisos que por fotos no te llaman demasiado; pueden tener un montón de posibilidades que no habías contemplado hasta que no los ves en persona. Y puede que aquel piso tan bonito y limpio, en persona te parezca pequeño o demasiado oscuro. Un consejo extra: Si la descripción dice que el piso es muy coqueto, es que será tremendamente pequeño.
- Haz una lista de prioridades: Hoy en día es muy difícil encontrar la vivienda perfecta al mejor precio posible, así que haz una lista de los factores que consideran esenciales en la búsqueda de tu vivienda ideal, y piensa en cuáles de ellos podrías prescindir. Por ejemplo, puede que prefieras que esté bien comunicado, tenga un buen precio y sea grande, pero no esté reformado, no tenga una bonita terraza o necesite algunos cambios.
- Una vez tengas claro tu concepto, vuelve a visitar esa vivienda que te gustó en un primer momento, pero hazlo a un horario diferente. A veces, un piso puede cambiar totalmente con una iluminación diferente. Y no dudes en hacer todo tipo de preguntas; si el vendedor pone resistencia, quizá es que hay detalles que no quieren que sepas.
- Si ya te has decidido por una vivienda en cuestión, intenta alcanzar el mejor precio posible. Entre particulares es fácil llegar a un acuerdo reduciendo en varios miles de euros el precio final. Con intermediarios siempre es más difícil ya que nunca sabrás a ciencia cierta qué cantidad se llevará la inmobiliaria o el agente encargado de llevar a cabo la operación.
- Antes de seguir adelante con la reserva del piso, asegúrate de que todo está en orden. No dudes en pedir la nota simple para verificar los metros cuadrados del piso, busca los datos del catastro en Internet e incluso acércate al Registro de la Vivienda para verificar que todo está en orden. Una vez que firmes la reserva, será más complicado echarse atrás.
- Si has llegado a un buen acuerdo con el vendedor, es el momento de redactar un contrato de arras para establecer la cantidad que entregas como reserva del piso y el tiempo que tienes para lograr la financiación del mismo. Lo más aconsejable es redactar un contrato sencillo que convenga a ambas partes y que, ante cualquier complicación, sea fácil de modificar o cancelar.
- Ya está. Tienes reservado el piso que andabas buscando y has llevado a cabo una buena negociación. Ahora toca pensar cómo pagarlo. Hoy en día no es tan fácil lograr hipotecas al 100% del precio de la vivienda como antes, cuando incluso se ofrecía préstamos al 110% para pagar los gastos derivados de la compra. Pero si es cierto que, si cumples unas condiciones laborables óptimas, muchos bancos posiblemente te ofrezcan el 80% del valor de tasación de la vivienda, el 95% e incluso el 100% del valor de venta (la cantidad inferior a estos dos valores).
- Después de escoger el banco que te ofrece mejores condiciones, tendrás que entregar la documentación tanto del piso (nota simple) como de tus condiciones laborales (últimas nóminas, última declaración de la Renta, informe de morosidad, documentación sobre otros préstamos aún vigentes…).
- Tras un primer estudio positivo de la hipoteca, llegar al momento de tasar la vivienda, un proceso obligado por el banco para establecer cuál es el valor del piso y cuánto pueden ofrecerte como máximo. Actualmente, el comprador debe hacerse cargo de los gastos de tasación, que se estiman alrededor de los 300-400 euros.
- Si todo va bien, en un par de semanas el banco te habrá informado sobre la tasación y emitirá un informe positivo o negativo de la contratación de hipoteca.
- Una vez esté aceptada la hipoteca, posiblemente tengas que contratar los seguros de vida y vivienda, además de localizar el notario con el que acordarás la firma de la nueva escritura.
- Y tras realizar finalmente la firma del piso en el notario, recibirás la llave de tu vivienda y por fin podrás comenzar a formar tu hogar.
A grandes rasgos, estos son todos los pasos que tendrás que seguir hasta convertirte en propietario. Es un proceso largo, y en algunos casos pueden presentarse graves complicaciones, pero el resultado final lo merece. ¡Por fin alcanzarás tu sueño de tener tu propia casa!