Cada cierto tiempo, suele hacerse viral la historia de Rosalía Lombardo, conocida internacionalmente como «la momia más bella del mundo» o ‘La bella durmiente’.
La pequeña Rosalía nació en la ciudad de Palermo (Italia) hace ya más de un siglo, concretamente el 13 de diciembre de 1918, aunque desgraciadamente una neumonía acabó con su vida solo dos años después. Pero fue ahí cuando arrancó su leyenda.
Ante la idea de no volver a ver a la pequeña, los padres de Rosalía (Mario Lombardo y María di Cara) contrataron a un embalsamador para que mantuviera incorrupto el cadáver de su hija. Alfredo Salafia fue el escogido para esta tarea, un reputado taxidermista de la época que realizó un trabajo impecable.
Los padres de Rosalía decidieron darle descanso al cuerpo en las catacumbas de los Capuchinos de Palermo. Pronto, la belleza de esa niña que parecía dormir plácidamente se hizo famosa y comenzó a recibir la visita no solo de sus familiares, sino también de vecinos y curiosos de la zona, que esperaban que el bello cadáver de la niña levantara en cualquier momento y mirara a los visitantes. De hecho, más de un visitante de la época afirmaba haber visto a la pequeña abrir y cerrar los ojos.
Un siglo después de que arrancara la leyenda de Rosalía, su cuerpo comienza a presentar signos de descomposición, fruto del paso del tiempo y también de las pruebas que le han ido realizando al cuerpo a lo largo de las últimas décadas.
De hecho, hace unos años la hermana pequeña de Rosalía, que también fue llamada igual por sus padres, publicaba esta carta en un medio italiano quejándose de algunas de las pruebas se habían realizado sin el permiso de la familia Lombardo:
«Estimados señores.
Mi nombre es Rosalía Lombardo. Nací en Gaeta el 15 de Septiembre de 1925, y soy hermana con el mismo nombre de la famosa momia que se encuentra en las catacumbas de los capuchinos de Palermo.
Me dirijo a ustedes para denunciar unos hechos que en mi opinión son increíbles, y han herido mi sensibilidad en relación a mi hermana.
A diario veo en los medios, incluso en canales de televisión referencias a mi hermana relacionándola con temas surrealistas, con la única finalidad de aumentar la audiencia. Todo ello sin mi nuestra autorización.
A todo ello yo quiero añadir, que la última vez que vi a mi hermana, en el año 2007, tenía un aspecto sonrosado muy bueno, digno del sobrenombre con el que se la conoce: “la bella durmiente”.
Desgraciadamente, en la actualidad el cuerpo parece de otra persona. Tiene el pelo diferente, los ojos están semiabiertos, y su tez se ha tornado de un color distinto, como oxidado.
Y nos gustaría saber cuál es la causa de ello. Nos gustaría saber quien ha dañado irreparablemente el cuerpo de mi hermana. Cuando he tratado de averiguarlo he sido invitada a guardar silencio»
Más allá de las pruebas realizadas a Rosalía, algunos estudios también señalan que la fórmula química usada por Alfredo Salafia en el cuerpo de la pequeña podría tener fecha de caducidad, de ahí la razón por la que podría estar descomponiéndose poco a poco.
Actualmente, el cuerpo de Rosalía reposa en el interior de una cápsula que la aisla de la humedad y la mantiene a una temperatura constante con el fin de ralentizar al máximo su inevitable deterioro.
Tienes más información sobre esta historia en el siguiente documental: